
Parte 1: Real Madrid TV
Desde hace ya años, es evidente que la prensa deportiva madrileña no puede defender eficazmente la imagen y los intereses del Real Madrid (básicamente, porque sirve a los suyos propios), lo que hace imprescindible que el club se promocione usando sus propios medios de comunicación, que en la actualidad son la página web y el canal Real Madrid TV. Este último es especialmente importante, pues hoy día la televisión sigue siendo un medio más universal, directo y accesible que internet. Obviamente, el actual confinamiento del canal en los operadores de pago hace imposible una difusión masiva, y por ello es imperativo colocarlo en la TDT ordinaria, lo que multiplicaría la audiencia, generaría buenos ingresos publicitarios y probablemente permitiría aumentar el presupuesto del canal. Obviamente, esto no se me ha ocurrido sólo a mí, y el presidente Pérez ha anunciado en numerosas ocasiones la intención de llevar Real Madrid TV a la TDT. No obstante, a dia de hoy esto ni se ha llevado a cabo ni hay fecha adjudicada para ello.
La sitación es de cierta complejidad: en una pésima decisión empresarial, el Real Madrid decidió en 2009 ceder la produccióndel canal a Mediapro paraahorrar costes, quedándose el presupuesto en unos siete millones anuales. Por tanto, cualquier cambio en el status de Real Madrid TV ha de ser negociado con la productora de Roures. En este artículo del verano pasado se afirma que Mediapro desaconsejó la emisión en abierto, alegando que no hay presupuesto suficiente para una programación de varias horas diarias. Además, parece que bajo el contrato actual los contenidos los determina la empresa, no el Madrid (?!), lo cual obviamente no convence al club. Pero tampoco parecen problemas insalvables: si el proyecto TDT quiere desarrollarse como Dios manda, es evidente que la producción debe ser totalmente controlada por el Madrid (incluso pagando una penalización), y en cuanto al presupuesto, éste podría incrementarse gracias a la publicidad del canal. Pero para mí la mayor dificultad es que seguramente estamos ante un saboteo interno de Mediapro.
Y es que el lanzamiento de Real Madrid TV en abierto, a poco que se analice, sería una verdadera bomba en el panorama audiovisual, con potencial incluso para arañar importantes porcentajes de audiencia a las grandes cadenas; no es descabellado pensar en cifras de un 5% de share, o incluso mayores (una auténtica barbaridad en la era TDT). Y por supuesto, las primeras afectadas serían Mediapro y el resto de productoras que ofrecen contenidos deportivos. Es fácil imaginar el zarpazo que supondría para Gol TV, Marca TV (ya señalada por su propietaria Unidesa), Intereconomía, Cuatro… En estos momentos, a nadie le interesa una Real Madrid en abierto… excepto al propio Real Madrid, claro. No parece casualidad que, como comenta en el artículo elazado, haya grandes dificultades para que alguien le alquile una frecuencia al club. Y no sólo por la audiencia, sino por el impacto que tendrían unos contenidos totalmente elaborados por el club, desactivando en tiempo real las mentiras y la propaganda antimadridista difundidas a diario por la prensa al uso.
Hace escasamente una semana, volvía a cobrar fuerza un rumor ya escuchado en los últimos meses: que la frecuencia de Marca TV sería ocupada por Real Madrid TV a partir del verano. Pero soy muy escéptico respecto a esta posibilidad, y mi pálpito es que Roures seguirá dificultando la operación todo lo posible. El Madrid, por supuesto, debe seguir luchando por poner el canal en el aire, pese a los gastos que implica. Cierto es que el presupuesto de un club se desequilibra muy fácilmente, pero un gasto -en realidad, inversión- en torno a los 12 millones anuales parece asumible. Por supuesto, no hay que caer en la trampa de apelar sólo al mercado local, como Barça TV, sino llegar a toda España. En cuanto a la posible emisión por streaming, JAS ha mencionado que requeriría un enorme ancho de banda, con el consiguiente coste económico (aunque podría cobrarse una pequeña suscripción anual por ver la versión para web y móviles).

Parte 2: Retransmisiones de los partidos
Aquí llega la madre del cordero, un concepto que supone el 33% del presupuesto anual del club, pero con un techo que aún no se ha alcanzado. Desgraciadamente, la siniestra Mediapro también está implicada en este aprtado, pues son dueños de nuestros derechos televisivos hasta la temporada 2014-2015, a razón de 180 millones anuales. Huelga decir que la gestión de la Liga realizada por Mediapro (en alizanza forzosa con PRISA) ha sido calamitosa, tanto en la anterior época de emisiones abiertas como en la actual TDT de pago. Los horarios son un auténtico caos, desperdigando la jornada desde el viernes hasta el lunes con el único objetivo de rellenar horas televisivas, emitiendo numerosos partidos a horas insufribles (los infames encuentros nocturnos en invierno). Para colmo, los encuentros se reparten entre dos operadores, por lo que es necesario pasar dos y hasta veces por caja para ver todo. Lo más gracioso es que, además de joder bien la Liga, Mediapro se las ha arreglado para perder dinero a espuertas, acumulando una monstruosa deuda cercana a los 3.000 millones de euros. De hecho, varios clubes no están recibiendo su remuneración.
Para mí resulta clarísimo que la gran prioridad del Madrid en materia de emisiones debe ser desvincularse de los destripaterrones de Mediapro, bien aguantando pacientemente dos temporadas y media o rompiendo el contrato mediante alguna medida legal ante la nula solvencia de la empresa y el evidente riesgo de impago. A partir de ahí hay dos opciones: la primera es buscar un nuevo operador, por supuesto solvente en lo económico, pero que también ofrezca gran flexibilidad en cuestiones de horarios. Para cualquiera que no viva en el mismo agujero que Roures, el gran mercado a explotar es Asia, y nuestros partidos han de desplazarse a la franja entre las doce y las cinco de la tarde, ya sea en sábado o en domingo. Y desde luego, jamás empezar un partido más tarde de las siete, cortando por completo la jornada de ocio de los posibles espectadores. Como es casi imposible encontrar un operador así en España, habría que recurrir a empresas extranjeras como Sky, Fox o ESPN, con el problema de que aún no están implantadas en España.
La segunda opción es mucho más audaz: que el Real Madrid emita sus propios partidos, precisamente a través de Real Madrid TV. Sí, ya estoy oyendo las reservas: «Uh, ah, es que eso no es el negocio del Madrid; es que eso no se ha hecho nunca». En suma, el sempiterno «que inventen ellos». Con la salvedad de que sí se ha hecho: hace tan sólo unos días el Benfica de Lisboa rompía la baraja y anunciaba un revolucionaria política televisiva: a partir de la próxima temporada, emitirá sus propios partidos en el canal del club. Pero no solo eso: también ofrecerán la Liga inglesa, con lo que se dará la circunstancia de que incluso aficionados de otros clubes tendrán que abonarse a la tele del Benfica si quieren disfrutar la Premier. Sinceramente, me parece un enfoque genial. Obviamente, para el Madrid emitir sus partidos requeriría una inversión, pero al mismo tiempo los ingresos serían recibidos íntegramente por el club, y por supuesto la libertad de horarios sería absoluta. No sólo eso: por fin, todos los partidos del club podrían verse en un mismo paquete y canal. Un pequeño club portugués nos está demostrando que la autogestión televisiva es el futuro; ¿vamos a quedarnos atrás y depender de sátrapas como Roures y Cebrián?
Si optamos por esta ambiciosa opción, recuperar la gestión de Real Madrid TV se hace aún más imperativo: el escenario ideal sería la emisión en abierto de todos los contenidos excepto los partidos, que serían de pago. Esto incluiría por supuesto el baloncesto, que incluso podría ofrecerse gratis al principio (eliminando los atroces solapamientos de horarios). Con una adecuada gestión internacional, no parece descabellado un aumento en los ingresos televisivos anuales de al menos 40 millones de euros, un tremendo impacto nuestra economía. Evidentemente, éste es un plan que requiere visión, muchísimo trabajo y, como se ha dicho varias veces, inversión económica. Pero si se va a seguir una filosofía muy similar con el estadio, tanto o más motivo hay para hacerlo con la televisión, una herramienta de alcance mundial que va a ser clave para el futuro del club.