Por El Mastuerzo
1. El problema
¿No queríais Mastuerzo? Pues aquí tenéis Mastuerzo. Cuando el Socio me mencionó alguna vez que habíais pedido mi retorno, me descojoné en su cara: me hallo desde hace tiempo en un placentero retiro en el que he reducido al mínimo el consumo tanto de televisión como de internet, los mayores comecocos de la historia, y me dedico a leer las grandes obras de la filosofía universal. Claro que, para mi gran desgracia, aún no soy inmune a las peripecias de esos putos paletos vestidos de blanco, quienes, tropezón tras tropezón, me han ido hinchando los cojones, hasta que me he visto obligado a venir a esta web, auténtico punto focal del madridismo planetario, a dejar absolutamente claros algunos conceptos.
Para analizar este penoso momento del Madrid, no se puede ser tan bruto, tan animal, tan ignorante de pensar que estamos ante un problema futbolístico. Hablamos de tíos que están, casi sin excepción, entre los mejores del mundo en sus puestos, con un entrenador de superélite y en su tercer años juntos. Estos tíos saben jugar del derecho y del revés, durmiendo y haciéndose pajas. ¡¡Por favor!! A ver si vosotros, queridos ecobaloneros, apreciados cuartotiempistas, estimados custeres, putos frikis de mierda del fútbol, os dais cuenta de que este deporte no se ejecuta con robotitos japoneses, sino que hay que coordinar en pos de una meta común a once tarugos bajo una exposición medática bestial. España es uno de los países más paletos del mundo, donde el fútbol es no una religión (eso en Inglaterra o Brasil), sino una droga, y estos pavos son los grandes camellos nacionales, con todo lo que ello implica. O partimos de esta premisa o no entenderemos una mierda.
Mourinho, un señor salido de un pueblucho portugués y hecho a sí mismo, demostró ser el mejor del mundo en la labor que he descrito, llevando a la gloria máxima a plantillas de tíos más mastuerzos que yo, primero en Oporto y luego en Milán. Pero eso fue fácil, realmente: no eran más que futbolistas, y además bastante malos e intrascendentes. ¿A quién coño le importan en Portugal las cuítas de los jugadores del Porto? ¿Alguien perdió el sueño en Italia cuando Mou sentó al simio Balotelli o con lo que hacían fuera del campo Milito, Zanetti o Cambiasso? Pero el Madrid es el puto drama nacional, un manicomio, donde es necesario ser un 30% entrenador y un 70% psicólogo. La mayoría de técnicos merengues han optado por ser unos putos calzonazos (Molowny, Del Bosque), aunque algunos decidieron charle huevos a la cosa, como Capello y ahora Mourinho, camino largo y extremadamente ingrato.
Sé que los cretinines futboleros que están leyendo esto no me creerán, así que les pondré un ejercicio mental: que se imaginen estar en un equipo de aficionados donde no conocen a nadie, o donde se llevan como el culo con los demás jugadores. Si esto se refleja en el campo (y el 99% de las veces lo hará) no le llegarán balones, estará incómodo y cabreado todo el tiempo y en definitiva parecerá el jugador más paquete del mundo. Si trasplantas a ese mismo tipo a un equipo con 10 amigotes de toda la vida, con los que va luego a tomarse unas cañas, su rendimiento (y el de los demás) crecerá exponencialmente, porque hay una complicidad, una armonía y una jodida sinergia en el campo. En suma, en el fútbol el total es mucho más que la suma de las partes. Por eso once bestiajos disciplinados pueden ganar a otros once que son, uno a uno, mejores jugadores.
En el Mandril, el nivel actual de sinergia es casi cero, probablemente debido un nivel de inmadurez bestial en la plantilla. Parémonos a repasar qué jugadores son capaces de decir diez palabras interesantes seguidas. ¿Ramos? ¿Khedira? ¿Marcelo, Özil, Benzema? Nada, niños grandes. De los que pueden tener más personalidad, Pepe está medio loco, Di María es un mercenario e Higuaín tiene padre. Alonso es un cabronazo, mourinhista en privado pero que nunca dará un paso al frente, por esa mentalidad acobardada tan propia del vasco del último cuarto de siglo. Te quedan como homologables Arbeloa y Cristiano Ronaldo, demasiado poco. El material humano es pésimo, y más con el enorme lastre que representa el rey de los babosos, Caquillas. No puedo insistir lo bastante en este punto: si alguien cree que se pierde en el campo de un recién ascendido como el Celta o se empata en casa con un no-equipo como el Español por cuestiones «futbolísticas» es que no tiene ni repajolera idea de esto. Llámenlo hacer la cama, tocarse los cojones o desmoralización, pero está todo en la peñetera cabeza.
2. La Solución.
Bien, ahora que hemos establecido el problema, hay que ver cómo coño se arregla. Y se hace permitiendo a Mourinho rearmar moralmente a este grupo, lo que sólo puede hacerse de forma traumática. Precisamente la que detesta Florentino Pérez, el hombre culpable del pecado que yo más desprecio: no saber ejercer un poder casi absoluto. He oído todo tipo de teorías para explicarlo, a cual más ridícula y homosexual: que si los March, que si la prensa podría tirarlo, bla bla bla. Gilipolleces: una mierda de Florentino taparía al Grupo Prisa y a Unidad Editorial enteros si él se lo propusiera. Pero claro, no se lo proponme. Odia a muerte a Deportes Cuatro, ¿ha hecho algo por quitarlos del mapa? Ná, para qué, no sea que se manche. Únicamente se cargó al Butano, poco después de convertise en presidente porque lo veía como una amenaza para su superviviencia (no la del Madrid, ojo). Pese a todo, Floper aún se puede redimir. Pero para ello necesitará que te broten de nuevo los cojones, y que sea gordos como huevos de Pascua.
Obviamente, estoy hablando de una purga: de cortar las partes gangrenadas de la plantilla y sustituir por otras sanas y fuertes. Esto se puede hacer de dos formas: o aguantas lo que queda de temporada como puedes, ganas las elecciones y luego haces la noche de cuchillos largos, o empiezas a dar hostias desde ya. Tras una intensa reflexión, llegué a la conclusión de que lo correcto era lo segundo. Porque Floper ha tenido cuatro putos años para sacar la mierda, y no lo ha hecho. Es más, el primero se trajo de vuelta al peor antimadridista del mundo, Jorge Valdano, al que tuvo que fumigar heroicamente Mourinho. Por ello, Florentino no se ha ganado los siete u ocho meses que tendríamos que esperar para ver esa limpia; y además, cualquier hombre de bien sabe que cada día que se pierde en empezar a hacer lo correcto es una tragedia.
Pero no basta con soltar lastre este verano: la «receta Mastuerzo» para la regeneración incuye fichar en invierno al menos dos tíos, uno de los cuales sería indefectiblemente un portero para sentar al rey de los babosos. La idea es dejar meridianemente claro a todos que se acabó el mamoneo y jugárselo todo a conseguir la Champions, el Santo Grial blanco. «Buscar sin cesar o perecer». Por supuesto, si se fracasara en este objetivo, Floper quedaría expuesto al peligro (más bien pequeño) de perder las elecciones frente a una candidatura ultra-pipera, pero es el puto precio que ha de pagar por sus muchas faltas: poner en riesgo, aunque sea mínimamente, su adorada poltrona.
Y por supuesto, el rey de los babosos tiene que salir a final de temporada, sí o sí. No vale con que se quede calentando el banquillo mientras juega uno más joven y mejor. Ha de irse aunque sea pagándole el resto de su contrato, los 35 kilos que costaría aproximadamente su ficha hasta 2014. Dárselos en un maletín, billete sobre billete, diciéndole «adiós muy buenas», y que la prensa se enterara. Creo que sería el mayor trauma futbolístico de la historia de España, y uno de los días más gloriosos y brillantes en la historia del Real Madrid. Otros tendrían que salir por la misma puerta: Ramos, básicamente por toooonto, atributo inaceptable en el Madrid; probablemente Pepe, demasiado quemado en todos los aspectos; Alonso, por lento y cagón; Higuaín, por malo y golfo. A final de temporada, el vestuario debería tener este aspecto. Por supuesto, para completar el proceso haría falta un fichaje imperialista en verano, que sería Falcao, y dos o tres más de campanillas: ese central tan bueno del Dortmund, Isco y qué sé yo. A pesar de todo, podría acabar siendo un gran verano para el presi.
Reitero que la solución será traumática o no será. En el fondo sospecho que a Mourinho le encantaría quedarse diez años para ver cómo mueren de asco todas las ratas que lo acosan, pero él debe saber que en las actuales circunstancias no se dan las condiciones para ganar una mierda, y es tontería quedarse para que te rechinen los dientes. Si llega a ese punto de hartazgo, reconecerá su fracaso con cierta vergüenza (que le duraría un par de horas) y se irá a otra parte a volver a ganar Copas de Europa con jugadores no muy dotados ,pero absolutamente entregados a la causa (probablemente eliminando al Madrid en algún cruce). Florentino tiene la opción de evitar tan patética situación siendo, de una puñetera vez, el presidente que necesita el Madrid. Uno con los huevos para ordenar que el final de temporada se convierta en una misión kamizaze. La cuestión es: ¿tiene pelotas para ello?
P.D. Me voy a quedar una temporadita por aquí conviviendo con el Socio. Dado que también tengo súper-poderes de Administrador, os aseguro que lo pasaremos muy bien. Váis a mear sangre.
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