…Era un trabajo sucio, pero alguien tenía que hacerlo.
…
Una producción Fans del Real Madrid
Protagonizada por:
José Mourinho como El liquidador
Emilio Ultramemo como El Ser Inferior
Miguel Bosteza como El hombre que nunca estuvo allí
Pedro León como El tonto
Royston Drenthe como El Feo
Fernando Gago como El Malo
Lass Diarra como El que regresó de la muerte
Sí, amigos, Agosto ha terminado, y eso significa varias cosas: la primera, que toda la fuerza laboral del país dejará de tener una excusa para tocarse los cojones durante su jornada (ah, no, se esperarán hasta el lunes, ¡porque si el uno de Septiembre cae en jueves o en viernes, es como si aún fuera Agosto!). Y la segunda, quizá no menos importante, es que se ha terminado la angustiosa e insufrible especulación sobre las altas y las bajas en el Madrid. La verdad es que es uno de los días en los que el madridista siente mayor alivio, y eso que este verano ha sido relativamente reposado, con los dos culebrones de entidad cerrados hace semanas (a menos que alguno de los que aseguraron que Neymar vendría o sí -cof, cof, Queipipero- lo estén esperando en el aeropuerto). Por supuesto, siendo el Real Madrid, no podíamos tener un cierre de mercado tranquilo, y las últimas 24 horas se han convertido en una peli de acción frenética, al final de cuyo metraje todos los que tenían que palmar han palmado, como en todo buen actioner que se precie. Vamos a repasar las escenas de cada malo individualmente:
Pedro León – Pagó por su villanía
El problema de Pedro es muy simple de explicar: es profundamente estúpido. Se trata de un jugador que no ha empatado con nadie, como mucho de clase media, pero con veleidades de estrella consagrada. Los mamadores habituales han escrito chorradas para protegerlo como que «a Mou no le gustaba su actitud en el campo», cuando los motivos de su marginación han sido mucho más claros y de peso: para empezar, este jugador ha sido juerguista en todos los equipos donde ha estado, y debió pensar que si le había funcionado en otros sitios, ¿por qué no aquí? Pensó mal. Después, y más importante: ha faltado gravemente y traicionado a su entrenador. Se cuenta que llegó a encararse con él y llamarlo «portugués de mierda» y luego, en lugar de dejar enfriarse las aguas, se dedicó a filtrar información del vestuario durante más de media temporada. Ese flujo de información es el que explica que siguiera siendo uno de los mimados de la prensa. Poco antes de irse ingresó en el muy poco selecto club de los jugadores que han denunciado al club, por un supuesto acoso laboral, marchándose del Bernabéu en medio de la ignominia. Era el primero de la lista de Mou, y jamás volverá a pisar un Madrid donde simplemente no daba la talla.
Gago – Final de una historia trágica
Casi todo el mundo piensa que dentro de Fernando Gago hay un jugador de fútbol útil. El problema es que hace tiempo que a nadie del Madrid le importa si ese jugador saldrá fuera algún día, y de hecho si Gago siguió hasta ayer mismo fue exclusivamente gracias a la protección de Jorge Valdano, el mismo que no dudó en fulminar a jugadores contrastados como Huntelaar, Sneijder y Van der Vaart. Al medio argentino, que ha sido una decepción constante, le han sobrado como mínimo dos temporadas. Nos llegaron a ofrecer por él cantidades muy interesantes, en torno a los 15 millones de euros, y ahora tendremos suerte si la Roma paga su sueldo íntegro. ¿Llamarán a Valdano para reclamarle ese dinero? Después de todo, no gana mal ahora en la SER… No me extrañaría que a partir de ahora Gago se lesionara menos, empezaran a salirle pases, cogiera confianza y, en suma, se pareciera a un jugador de fútbol. Pero si eso ocurre será porque se ha librado de la angustia que para algunos supone el Real. Él se ha quitado un peso de encima, y nosotros uno aún mayor. En su caso, Mou le dispensó más bien una muerte por compasión.
Drenthe – Lo que no puede ser no puede ser
Una gran porcentaje de futbolistas jóvenes son tontos; pero tontos de remate, de capirote. Cuando nos llega un diamante en bruto procedente de alguna ex-colonia europea, lleno de potencial y de pájaros en la cabeza, es necesario dirigir su carrera con exquisito cuidado. Hay que hacer que vayan prefiriendo el entrenamiento y la superación al rap, los amiguetes y la vida de gangsta. De Royston Drenthe no se cuidó ninguna de sus virtudes, y se fomentaron todos sus defectos. Su estancia en Levante fue la vorágine final, con una vida que parecía salida de algún reality casposo. Con una vida fuera de control -incluyendo la temprana paternindad de dos hijas- y ninguna continuidad futbolística, era obvio que lo de Drenthe y el Madrid era imposible. Y sin embargo, ha tenido mucha suerte, y el fútbol le va a dar una última oportunidad. Él quería volver a la oscuridad de la liga holandesa, al Feyenoord, pero finalmente recalará en la Premier, la mejor Liga del mundo, por cierto muy adecuada para sus características. Y además jugará en el Everton, equipo más que apañado de mitad de la tabla, donde seguramente disfrutará de muchos minutos y tendrá compañeros de calidad suficiente. 14 kilos nos costó Drenthe, y lo dejamos ir gratis en su último año. Si se centra y deja de hacer el imbécil, algún día puede ser un futbolista notable, y entonces nos alegraremos por él. La suya es otra muerte por compasión, para renacer en una vida mejor.
Adjudico a Mourinho el mérito de estas salidas como manager que es, aunque quizá estoy siendo injusto y el peso de las gestiones lo haya llevado alguno de nuestros altos funcionarios (Butragueño y Pardeza). El problema es la gran capacidad de esos dos para parecer no estar haciendo nunca nada, y la pésima costumbre de dejar todo para el último día. Sea como sea, las tres son salidas satisfactorias que nos dejan una plantilla muy saneada, aunque no veamos un chavo por ninguna de ellas. Una «incorporación» de última hora ha sido la de Lass Diarra, que ya tenía hecha la maleta con la ropa, el neceser y las pastillas para irse a Londres, y en el último momento se arrepinitió por una cuestión -sorpresa- de dinero. Así, es una especie de jugador zombi, que ni siquiera entrenó con el grupo durante la pretemporada -nada se lo impedía-, y que ahora se reincorpora al mismo tan tranquilo. Nos vendrá bien, debido a las inesperadas bajas en el centro del campo, pero está muy loco y es muy tonto (casi estropea a Benzema), y bien hará en conformarse con los minutos que le den. Mi pálpito es que se irá en enero, y dejará de dar por saco al Madrid de una vez.
Así pues, damas y caballeros, éste es el Real Madrid 2011/2012:
Porteros:
1. Iker Barbillas
13. Antonio Adán
Defensas:
2. Ricardo Carvalho
3. Pepe Laverán
4. Sergio Tramos
12. Marcelo Junior
17. Álvaro Arbeloa
18. Raúl Albiol
19. Rafael Varane
Centrocampistas:
5. Nuri Sahin
6. Sami Khedira
10. Mesut Özil
11. Esteban Granjero
14. Xabi Alonso
15. Fabio Cuantrol
16. Jaimito Altintop
22. Ángel Di María
21. José María Collejón
24. Lass Diarrea
Delanteros:
7. Gitano Ronaldo
8. Ricardo Kaká
9. Karim Benzema
20. Gonzalo Igualín
23 jugadores que forman una de las plantillas más poderosas del fútbol mundial, con sus imperfecciones, como todas: no hay ningún lateral derecho que haya demostrado estar a la altura del Madrid, y Kaká podría verse como un problema, pero considerando que tiene perfectamente asumida la suplencia, en realidad el único hándicap es su sueldo. Futbolísticamente, bien administrado, sumará más que restará. Arriba, falta por ver la aportación de Morata, aún entre el primer y el segundo equipo.
Para los amantes de la mística de los dorsales, se recupera un tanto el equilibrio, con un 10 que Özil recibe como heredero natural, y un 5 al que Sahin podrá devolverle el lustre que le dieron anteriores propietarios. El grupo afronta su segundo año con Mourinho, listo para dar el máximo rendimiento posible y superar cualquier reto. Algún agorero tocacojones dice ahora que Mou se irá a final de año, pero si consigue crear un Real Madrid perfecto, ¿cómo querrá marcharse a mitad del camino, a punto de emprender una etapa de dominio europeo como no se recuerda? No, nuestros destinos están llamados a ir juntos durante mucho tiempo aún.
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