…Yo también me lamentaría.
Oficinistas, carretilleros y multinicks: vamos a repasar en este primer día de verano la situación del Madrid de nuestros amores y obsesiones.
– Fichajes: Mal, gracias. Digo «mal» porque ya hemos entrado en la dinámica que menos nos conviene: filtraciones, rumores, fichajes a medio hacer, fichajes a puntito de cerrarse… el horror, vaya. Yo que creía que le íbamos a amargar el verano a los zombis de la canallesca… Cualquier fichaje que se publicite más de dos semanas me resulta insoportable, y creo que una vez pasado ese límite debería abortarse, sin más. No quiero saber nada del puto Kun ni del puto Neymar, que se los coman sus representantes con patatas; ya vendrán sus clubes a llamar a nuestra puerta cuando no tengan con qué pagar las nóminas (y nos haremos los sordos). Además, lo de fichar un delantero ha sido siempre un capricho ridículo. Tema Thiago: como era de esperar, lo de Joselito Féliz Díaz de los diez millones era una fantasía etílica, y el chaval cuesta 30 kilos de vellón. Como para pensárselo. En cuanto al central ése francés, que se lo queden. Al parecer es un caprichito de Zidane, en plan «¡eh, yo también hago cosas!», pero no tendría sentido traerlo, y menos por 10 kilos. Con Garay todavía por colocar y Carvalho presumiblemente relegado a la suplencia el año que viene, si algo sobra son centrales. A mí ya sólo me haría ilusión el M’Vila ése, y Cuantrol también me gusta (¡que lo cierren de una puñetera vez!), pero por lo demás necesito un comunicado que dé por cerrada la plantilla, y empezar a ver suicidios en las redacciones. Cuando impacte la Colino contra el asfalto, lo de Lorca va a ser una broma.
– Veranito: Todos descansando adecuadamente, parece. A Kaká lo vimos hace unos días en Disneylandia, donde el ratón Mickey le dijo que su rodilla se iba a recuperar cojonudamente y el pato Donald que iba a ser otra vez un crack mundial. Habrá quien diga que es un poco ridículo creer en estos personajes de ficción, pero considerando en qué creía antes Kaká, tampoco es un salto tan grande. Y si la cosa sale mal, siempre puede dedicarse al júrgol americano. Mientras tanto, Sara Carbonero y su novio continúan el Carbonéitor World Tour 2011, entre cuyas paradas se encontró Chile. Allí Íker conoció a la primera dama, la grandmilf Cecilia Morel, a la que regaló unos guantes y con la que habló de niños, fundaciones y esas cosas (por cierto, sabes que en tus cursos están cobrando cientos de euros por seis clases, ¿no, Saníker?). Luego la parejita (Casillas y Sara, quiero decir) se marchó a Brasil, desde donde subió unas fotos a Féisbuk para satisfacer la curiosidad de las masas. Vaya paliza para el chio, que no había salido de Móstoles más que para jugar al júrgol. Las mujeres y sus viajes…
Pero la foto veraniega que más me ha llamado la atención es la del culerdo Piqué en Israel, nada menos que tocado con una kipá y con la cabeza pegada al muro de las lamentaciones. ¿Por qué se lamentará exactamente? ¿Por haber ganado títulos en mala lid este año, con drojas y árbitros bizcochables? ¿Por haberse liado con una jamba 10 años mayor y físicamente del montón, mientras el orco de Puyol está con un bombonazo? ¿Habrá simplemente descubierto la maldad intrínseca de ser culerdo? Gerardo, queremos de saber.
Pallacanestro: Aquí sí que estamos jodidos. En nuestra malhadada sección se da la circunstancia de que las pocas cosas buenas que se les ocurren a los dos inútiles que mandan en ella, son deshechas por el inútil que manda sobre ellos. Herrores y JCS habían escogido como entrenador a Jasmin Repesa, un técnico balcánico muy prometedor y dispuesto a estimular a nuestros jóvenes, pero al parecer Florentino ha dicho que no le vale, por extranjero, por caro o vete a saber. Ahora nos dicen que el mejor situado es Pablo Laso, absoluta medianía española que nos promete navegar plácidamente otro año por la mediocridad. Como si para el fútbol cogiéramos a Manzano o a Émery, para que os hagáis una idea. Eso sí, Felipe tendrá muchos minutos. Lo que sí es cierto es que el baloncesto europeo está viviendo por encima de sus posibilidades, y quizá haya que insistir en esta línea de bajar sueldos y presupuesto. Pero en el fútbol pasa exactamente lo mismo y no parece haber ningún inconveniente en aumentar el déficit a lo bestia año tras año. No estaría de más un poco de coherencia, Floren.
.