Sigue siendo una puta escupidera.
Sí, bueno, ¿no? El Madrit se ha ido a tomar por culísimo, nada menos que a Arabia, a jugar la copa supuestamente del rey pero que en realidad es del emir de allí, un sátrapa que responde al nombre de Salmán bin Abdulaziz, vigésimoquinto hijo (no es coña) del fundador de la Arabia Saudita, Abdulaziz bin Saúd «el Follarín».
Mi primera reacción a este partido es: «¿qué? ¿por qué?» Dubai está a sólo 550 km de Riad, distancia que puede cubrirse incluso en autobús; si algún jugador se dejó el peluco en el hotel durante el Mundial, ¡incluso podría volver a por él! Entonces, ¿por qué coño los han hecho volver a España a jugar tres partiduchos y ahora los hacen volver al mismo desierto de mierda? El Mundianal podría haber sido, además un farsa amañada, un gran «stage» para esta Supercopa, pero noooo, nadie hace nada con un mínimo de lógica.
Al Valencia lo entrena Gattuso, un tío del que existe un libro de anécdotas glosando lo borrico que es. Leyenda o realidad, el bueno de Gennaro tiene al Valencia en el mismo sitio en que ha estado los últimos 15 años: la mierda. Cierto es que todos los equipos (sobre todo en España) tienen sus miserias, pero ser del Violencia es ya un ejercicio de exquisito masoquismo. Sin pasta, sin huevos, sin perspectivas, liquidando jugadores… ¿Qué les queda? Ah, sí, no vender ninguno al Real Madrid.
En fin, habrá que ganarles, ¿no? Aunque sea por reírnos de ellos, y por avanzar en eso del sextete real™, es decir el ganado en una sola temporada, no como los sextetes fake que unen títulos de dos temporadas. Jugaremos sin Chauameni, con esguince de huevo, y sin Alaba, con viejazo. Si pasamos de ronda, nos tocaría contra la Farsa… o contra er Betih, no se puede descartar nada. Pero si la final es un Clásico sortearé un regalito muy especial entre los fansistas; si no, os jodéis.