
Pura juventud y energía.
Escribo esta entrada con enorme pereza -yo quería hablar del súper-préstamo al Valencia-, pero lo considero mi deber, y los buenos blogueros, como los marines, nunca ignoran su deber. Vamos al lío sin más demora. Nuestro amigo Ulises Sánchez Flor, tras la deposición que se marcó el otro día con el «decálogo» de Pellegrini, perpetró ayer otro ejercicio de antiperiodismo al más alto nivel: una página doble en Marca, destacada en portada, que nos aseguraba que «Baúl es el jugador más completo físicamente de la plantilla madridista», calificándole ni más ni menos que de «Ironman». Con-dos-co-jones, sí señor. El artículo en sí es tan servil, tan baboso, tan desvergonzado, que lo único que se me ocurre es que está escrito en tono irónico. Me imagino una conversación así:
Inda: Uli, tienes que hacerme un panegírico de Baúl para mañana.
Ulises 31: Joder, otra vez. ¿Qué tengo que decir ahora, que tiene la polla más larga de la plantilla?
Inda: No, pero casi. Mira, me han mandado este bonito estudio desde Valdebebas. Búscale las vueltas para decir que Baúl es el mejor físicamente.
Uli: Amos Eduardo, no jodas. Sabes que yo escribo lo que me echen, pero llega un punto en que las cosas cantan demasiado.
Inda: Pues tú verás, tu trabajo es sacar adelante páginas. Ahí te dejo el informe, mándame una doble para las nueve.
Uli: Vale, lo que tú digas.
Y así, el bueno de Flower Power cumplió con su penoso deber. No os creais que es algo raro en el periodismo, ni mucho menos. Un amigo mío, que escribía en una revista de videojuegos, recibió un día la «sugerencia» de ensalzar un juego que le parecía infame, y como revancha lo alabó tanto que el artículo se convirtió en un exceso caricaturesco. Tal es el asombro que provoca el texto de Ulisillo: un portento de manipulación, falacia y subjetividad presentada como verdad científica; un auténtico excremento que debería avergonzar a cualquier periodista una onza de dignidad en su cuerpo; sin embargo es obvio que nuestro amigo tiene la piel más gruesa que la de un rinoceronte. Vamos a analizar el engendro en cuestión, más que nada para que no quede sin rebatir.
Comienza Odiseo diciendo que Macarra ha tenido acceso a los tests físicos realizados en la pretemporada del Madrid, y que el mierda éste, el «This camp», es el primero en el cómputo global. Una afirmación que sorprendería hasta al pipero más recalcitrante, pero que nos intentan hacer tragar diciendo que «aunque otros tienen más explosividad, no alcanzan buena nota en pruebas de esfuerzo». Ya. Lo malo es que este esbirro se permite el lujo de interpretar unos resultados que sólo ha visto a él (y eso concediéndole el beneficio de la duda). Ulises, ponnos los datos, por favor, pónnoslos, que no necesitamos que nos lo des todo masticadito como si fuéramos tu jefe, es decir subnormales. Es obvio que la información está viciada: no se ofrece cifra ninguna, las pruebas se realizaron con los jugadores recién incorporados y el propio Ulises nos da otra clave: resulta que el capi, como todos los años, ha estado «ejercitándose» durante las vacaciones, con lo cual llega con un tono físico ligeramente superior a sus compañeros, quienes sorprendentemente han dedicado ese tiempo a descansar.
En cualquier caso, la comparación ofrecida es extremadamente tramposa. Imaginemos que tuviéramos tres coches: un Ferrari, un Seat León y Jeep. El Ferrari se pone de cero a 200 en 15 segundos, pero consume un montón de gasolina; El Jeep se puede meter por la selva y la montaña, e incluso remolcar a otros coches, pero tiene poca velocidad, y también consume bastante. El Seat León, por su parte, jamás alcanzará la velocidad ni la aceleración del Ferrari, ni la potencia o versatilidad del Jeep, pero ojo, gasta medio litro menos cada cien kms. que los otros dos, y en ciudad va mejor que el Jeep, siempre que la calle esté bien asfaltada, haya poco tráfico y no le metas mucha caña. Ah, y encima tiene ya 15 años, mientras que los otros son casi nuevos. Para el bueno de Ulises resulta el mejor coche es el Seat León, aunque en el fútbol moderno necesites tipos que sobresalgan en cada puesto, no mediocres acabados que no destacan en absolutamente nada. ¿Un siete en todo? Por mis cojones. Un cuatro y medio y gracias. ¿En serio van a decirme que tiene mejor media que Lass o Higuaín? En cualquier caso, rechazo estas conclusiones tendenciosas: Quiero ver cifras, preferiblemente de tests realizados ahora, con toda la plantilla ya rodada. Me juego lo que queráis a que Baúl no gana a más de tres miembros del plantel ni en velocidad ni en resistencia ni en cualquier otra variable física. ¿Ironman? Será por lo oxidado. ¿Cuántos años hace que no gana un balón dividido? ¿O que no se va de alguien en carrera partiendo a la par? Este montaje de Quim Pons se ajusta bastante más a la realidad:

El articulito está cuajado de frases de una subjetividad brutal, patética, digna del mismísimo Granma: «Su desgaste, sobre todo en el último tramo de los encuentros, es menor y eso le permite ser más veloz que un futbolista que sólo se maneja en tramos cortos». Por Dios. Desafío a este mierda a que me diga a quién cojones gana Baúl en carrera en el minuto 85. ¿A Benzemá, a Cristiano, a Kaká, a Marcelo? Lo de que está fresco me lo creo completamente, por ser uno de los jugadores más estáticos de nuestra Liga, excepto cuando hace una presión estúpida sobre contrarios a 20 metros de distancia, y que en toda su carrera habrán propiciado tres robos de balón. Con todo y con eso, niego en redondo que gane a cualquiera de nuestros hombres de arriba. ¿Y esta otra?: «Su inteligencia y su intuición son otros factores que le hacen ser mejor». Pero Ulises, por Dios, que esto es el Marca, no la Private, tus lectores no esperan ver mamadas en plena sección del Real Madrid.
Más caudillismo sonrojante: «Raúl es incansable»; «sigue teniendo una gran capacidad para trabajar duro –como un chaval de 20 años– (…) y poder recuperarse en un tiempo récord». «Es como si a los jugadores les hubieran dado las notas de septiembre y él hubiera sacado matrícula de honor» (pero estamos al principio del curso, no al final, cacho de cretino); «Mientras otros compañeros tienen momentos en los que les vence la rutina y el hastío puede con ellos, el capitán encuentra retos». Sí, vamos, rebosa de ambición este tío capaz de desaparecer siete partidos seguidos; o lo dirá por la la ilusión que irradia el amargado, que hasta cuando firma un autógrafo parece que te está perdonando la vida.
No faltan dos clásicos en texto: el asombro de los empleados anónimos del club y las horas extra: «Cuando se conocieron los resultados del test, una de las personas que tuvo acceso a él no dudó en afirmar: Si es que se lo curra como si tuviera que pagar la hipoteca». ¿Quién lo dijo, Ulises, quién? ¿Algún encargado de material? ¿Toñín el torero? Por qué cojones la opinión de «alguien que ha tenido acceso al test» es relevante? ¿Por qué en el mayor diario de tirada nacional hay deficiencias periodísticas que avergonzarían al editor de un fanzine? «El capitán, después de su trabajo específico en el gimnasio, decidió salir a hacer carrera continua a las doce del mediodía. Él solito, ante el asombro de los cuidadores del césped». Nos importa una mierda, Uli, su rendimiento es patético desde hace más de un lustro, y seguiría igual aunque se pasara diez horas diarias corriendo alrededor del campo con un yunque atado a los huevos. Esto, en suma, es NO-DO puro y duro, pero al menos el protagonista del auténtico había ganado una guerra. Lo único que tiene en común con esta medianía es que su corte de aduladores también se niega en redondo a desenchufarle el respirador.
Y basta. Basta por hoy. Me hago cargo de que estamos en medio de una ofensiva propagandística brutal: es la última oportunidad en la vida del puto Baúl de ir a un evento internacional y ganar algo, y las apuestas obviamente están siendo fuertes. Cosas como las de ayer son tan tan falaces que sólo nos quedan dos opciones para explicarlas: o en el Marca son extremadamente subnormales y babosos o hay corrupción de por medio. Y como no me creo que nadie pueda ser tan imbécil, me inclino más hacia lo segundo. Sois extremadamente cansinos, Eduardito, nos encantaría olvidarnos por fin de esta lacra y hablar de otra cosa, pero ya te lo adelanto: Jamás, jamás nos vamos a rendir, y desde aquí se va a decir la puta verdad y a dejaros en evidencia un día sí y otro también. Somos más inteligentes, más honestos y huelga decir que mil veces más madridistas.
Para rematar la faena por hoy, dejo enlazados los dos primeros capítulos de una serie de vídeos que nuestro amigo Quentin ha tenido el detalle de mandarme, dedicados por supuesto al caudillo de la Colonia Marconi. Una vez más el emperador queda desnudo, y la vista no es agradable. Qué vergüenza para nuestro Madrid, qué vergüenza.
https://youtu.be/vufrpP4MRkk
https://youtu.be/S_Ex-BO_F-0