El problema de ganar con dos goles en el último cuarto de hora es que uno tiende a olvidar todo lo que ha pasado antes. Y la verdad es que no conviene olvidar, porque puedo jurar a quien haga falta que no recuerdo en todos mis años de aficionado un Madrid así: Dejando hacer absolutamente lo que quería rival hasta la mitad del campo. ¿Cómo puede la afición local estar dando «olés» a los 20 minutos? Y no es que el Madrid no pudiera presionar: Era totalmente evidentemente que seguían instrucciones del entrenador, que ese era el «estilo» del equipo. Quizá estaba ya planeado el desfondamiento físico de la Real y el completo dominio madridista al final del partido, pero lo cierto es que me niego a aceptarlo: ¿Es una estrategia aceptable jugar como un equipo de 2ª B, y dejar que el contrario malgaste todas sus fuerzas para dominarlo al final? Eso pudo funcionarle a Stallone en Rocky III, pero en un campo de fútbol resulta bastante suicida, sobre todo teniendo en cuenta que mientras les «cansábamos» nos remataron a puerta unas 15 veces.
No sé si hoy la prensa alabará a Luxemburgo, pero ha vuelto a tener una victoria a lo Capello, que de haber sido lograda por éste le habría valido recibir palos hasta en el DNI. Cada día me cuesta imaginar más a este brasileño como el futuro del equipo, y creo que hasta a Florentino se le habrá quedado mal gesto con un juego tan desolador. Por cierto que el cabrón de Odón Elorza se reía mucho con los goles del Madrid, me da que hasta en esto es un falso. Guti demostró que puede aportar mucho más que Zidane o Raúl (que hizo alguna cosa de mérito no obstante), y Ronaldo volvió a ejercer de lo que es, un crack. Ojo a la ejecución del segundo gol, que no es tan fácil levantarse sin hacer mano y rematar de tacón sin ponerse nervioso. Una victoria en Anoeta, en cualquier, siempre es valiosísima. Y que se jodan los muchos radicales que nos hacen la vida imposible allí.
Hoy, todos somos manchegos. ¡¡¡A la carga, Rocinanteeee!!!
Real Sociedad: 0
Real Madrid: 2 (Ronaldo y Ronaldo)
