En este momento el Madrid sólo necesita una cosa: estabilidad. Estoy convencido de que todas las piezas están puestas en su sitio para formar un gran equipo, y tan sólo hace falta tiempo para que la maquinaria funcione a su máximo rendimiento. Por eso, partidos como éste y como el del Zúrich son muy importantes: victorias sencillas que tranquilizan el ambiente y permiten afinar el juego. Una vez más, la cagada de Marca fue apoteósica: «Baúl y Gago titulares»: pues zas y zas, al puto banquillo los dos. Inda lo intenta y lo intenta, pone repetidamente al Mito en sus dibujitos de las portadas, pero a media tarde Pellegrini «cambia de opinión» y coloca a una vez más a su once tipo, realidad obstinada contra las insidias y manipulaciones del lúmpen. Ay, Eduardito, tu chivato te está fallando, parece que os están toreando a los dos. Parece que no estabas atento cuando Pelle dijo hace poco: «No leo Marca».
Pese a que el Madrid presentó un equipo bastante aseado, el juego fue bastante peor de lo que debería, rumiando demasiado las jugadas, dando demasiados toques. Y el problema no es sólo que nos haya faltado tiempo para acoplarnos; también falla la actitud, nos confiamos demasiado. Es una forma de jugar peligrosísima y que además irrita al espectador. Vive Dios que el público habitual del Bernabéu no me despierta la menor simpatía, pero hubo momentos en que los pitos fueron casi comprensibles. Con todo, hubo algunas buenas noticias: Xabi Alonso dejó claro que puede jugar bien tanto vestido de blanco como de rojo, y Benzemá volvió a ser el atacante total que ocupa todo el último tercio del campo. Sin embargo, necesita encarar la portería y disparar mucho más; por mucho que le guste participar en el juego, no puede olvidar su vital tarea como anotador. La mejor noticia fue sin duda Drenthe, que no sólo no le rompió la pierna a ningún rival sino que hizo un partido notable. Por primera vez en mucho tiempo logró que su velocidad y su potencia sirvieran para marcar diferencias, y no para llevarse gente por delante. Incluso mostró inteligencia táctica en algunos momentos. Tiene hasta el próximo verano para demostrar que es útil para el Real Madrid.
Por supuesto, era importante que la nueva y flamante pareja de delanteros demostrara su solvencia goleadora, y así lo hicieron gracias a un buen gol de Higuaín a pase de Garay. El argentino también destacó, e incluso me estoy acostumbrando a su careto; la profundidad de banquillo es una excelente noticia. La verdad es que habría sido un partido de lo más plácido si hubiera entrado el segundo gol, que es lo que pasa casi siempre en estos casos. Bien pudo ser así si hubieran concedido un penalti sobre Benzemá, o si no hubieran anulado un golazo del francés por supuesto fuera de juego de tres milímetros. Estos linieres que pitan «off-sides» en melées dentro del área sin duda fomentan el espectáculo. Curiosamente, he visto a varios catetos de esos que dejan comentarios en las webs deportivas hablando de «robo» del Madrid por un gol anulado al Racing. Robo, tiene cojones, después de que tiraran una sola vez a puerta, mientras el Madrid, además de las jugadas mencionadas, estrellaba dos balones al poste y era el único que creaba algún tipo de peligro.
Total, que entre la falta de efectividad, lo espeso del juego y un Racing que de vez en cuando armaba alguna jugada, la cosa se fue enmierdando. Mucho más cuando entró Captain Baúl por Benzemá, momento en el que misteriosamente las acciones ofensivas del Madrid disminuyeron drásticamente su peligro y su frecuencia. Por suerte volvía a sentarse cerca de mí en el pub el antirraulista cachondo, y en todas las jugadas de ataque hacía un chascarrillo: «¡Esa no la habría fallado el capitán!» «¡Vamos, capi, a darlo todo!» «¡Pasádsela al capitán!», y así. Pese al sufrimiento, es importante darse cuenta de que el Madrid es capaz de manejar «el otro fútbol», y en un partido envenenado donde podrían haber volado dos puntos de la manera más tonta, supimos manejarnos muy bien y blindar nuestra puerta en casi todo momento, dejando a los cántabros sin sacar un solo corner. Resolver estas situaciones es vital para ganar campeonatos.
¿El cambio de Benzemá fue político? Pues imagino que en parte sí, en parte no. Creo que Pelle quería darle un partido completo a Higuaín, aunque el francés estaba jugando mejor, y que metiendo a Baúl el míster consideraba que gestionaba los egos, y podía caer un gol de picardía. Más que las portadas, creo que le preocupa el mal ambiente que se pueda generar; o mucho me equivoco o el Querido Líder no jugará ningún minuto en el Camp Nou, o los de la basura si acaso. Hablando del Farsa, los culés volvieron a dar una lección de rapidez y manejo de balón en San Mamés y, sin embargo… no ganaron. Esto nos deja líderes por primera vez en año y medio, e indica claramente que varias cosas se están haciendo bien. Qué pena, Eduardito, esta semana no vas a poder pedir la dimisión de un técnico que va líder de la Liga. Bastante patético ese mamporrero tuyo, el tal Malagón, poniendo a Benzemá en la sección «Lo peor» de su crónica del partido. Os estáis quedando sin balas, amigacho.
Qué victoria tan importante: Tres puntos, liderato, aumento de la moral y nuevo clavo en el ataúd del tábano. Es necesario otro triunfo balsámico ante el Zurich, que además cerraría la clasificación para octavos. ¿Se imaginan que el Inter ganara en el Nou Camp y que luego los New Galácticos les metieran dos o tres goles en su campito? Podría ser una de las semanas más negras en la historia reciente del Farsa; qué pena, snif, snif. Que se vayan preparando, porque el Inter actual tiene poco que ver con el que les recibió en Milán hace un par de meses. Fijense sin ir más lejos en este bonito gol de Cambiasso en su victoria de ayer ante el Bolonia.
Ya ven, señores, hay motivos para el optimismo. Debemos aprovechar la próxima semana para seguir cimentando el juego y reincoporar a Cristiano a la dinámica. Los juntaletras que hace nada hablaban de paliza y humillación podrían encontrarse dentro de siete días con que su súperequipo se encuentra a cuatro puntos de la cabeza. No era ningún secreto, pero… el Madrid siempre vuelve.
– Real Madrid: 1 (Higuaín)
– Racing de Santander: 0
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